En el vibrante mundo de la música vallenata, las historias detrás de las canciones son a menudo tan intrigantes como las melodías. Ver: Hijo de Silvestre Dangond presentó a su NOVIA en redes
Un ejemplo notable es la colaboración entre el talentoso acordeonero Rolando Ochoa y el carismático cantante Silvestre Dangond, quienes unieron fuerzas para grabar el álbum "La Novena Batalla".
Durante la creación de este álbum lleno de energía, surgió una apuesta inusual entre los dos artistas. El debate giró en torno a cuál de sus canciones se volvería más popular.
Silvestre confiaba plenamente en que su elección, "Lo ajeno se respeta", dominaría las listas de éxitos, mientras que Rolando defendía su favorita, "La ciquitrilla". Ver: Así trata Silvestre Dangond a Blanca la señora del servicio de la Casa
Para añadir emoción a su competencia amistosa, ambos decidieron hacer una apuesta: un carro de 30 millones de pesos, específicamente un BMW blanco que Silvestre tenía guardado en Bogotá. La tensión creció a medida que se acercaba el momento de la verdad, con la caravana de promoción de las canciones sonando en las calles.
Rolando, convencido de que su canción sería la más exitosa, recordaba que durante la promoción, en medio de la creciente popularidad de "La ciquitrilla", le dijo a Silvestre que el carro ya estaba perdido. Silvestre, sin embargo, mantenía su confianza en su elección.
Al final, la historia de esta apuesta se convirtió en una anécdota entrañable en el mundo vallenato, mostrando no solo la competencia entre los artistas, sino también la camaradería y el espíritu juguetón que caracteriza a la música que ambos aman. Ver: Silvestre Dangond confesó una triste realidad que sus seguidores no querían creer Dangond
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